Cuando la muerte llama a la puerta….

16 Feb

 

superarelduelo muerte

La vida es una continua bienvenida y una continua despedida, la danza de la vida y la muerte, es una  continua expansión y una continua contracción.

A lo largo del camino vamos recibiendo y también tenemos que prepararnos para soltar, nada es para siempre, esa es la premisa básica de la vida.

Es la danza de la vida.

Lo que pasa es que se nos olvida que al igual que todo nace un día debe morir.

Todo es cíclico, somos parte de la naturaleza y como ella también debemos recorrer todas las estaciones.

A veces hay inviernos que llegan sin avisar, pero otras veces vamos teniendo pistas de que se aproxima el momento de marchar.

Todos en algún momento de nuestra vida deberemos acompañar a alguien en su último adiós o tal vez prepararnos para nuestro propio final.

Si supieras vas a morir hoy, que va a ser tu último día en esta Tierra, ¿qué cosas querrías hacer?, ¿qué cosas te faltarían por hacer?

A menudo, personas en su lecho de muerte se lamentan de las cosas que nunca hicieron, pero más allá de las cosas materiales, lo que más lamentan es no haber dicho a sus seres queridos lo mucho que les querían, haber estado enfadados o con relaciones tensas con sus seres mas cercanos y haber trabajado demasiado restando horas a su familia o a su disfrute personal.

Si sólo tuvieras 24 horas para poner todos tus asuntos en orden, ¿por dónde empezarías?

Cómo vivirías esos últimos momentos, ¿qué personas querrías tener cerca? ¿Qué información querrías compartir?

¿Te gustaría tener a alguien a tu lado que te mirara a los ojos y te diera las gracias por haber sido parte de su vida?, ¿por haber sido compañero de viaje en esta Tierra?, ¿por todo lo vivido, por lo compartido?…¿que te dijera lo mucho que te ama?

Pues ahora, piensa en las personas que te rodean y si alguna está en esta situación, si está en un momento de despedirse de esta vida, ¿cómo le acompañarías?

Es una persona que igual que tú, tiene los mismos miedos y los mismos deseos, porque al final lo que nunca pasa y lo que nos hace ser eternos es el amor.

Así que, acompáñalas, dales las gracias ayúdales a resolver sus asuntos pendientes,, sostén su mano hasta el final, despídelos con amor y que te dejen su amor.

Respira y vive con ellos hasta su último aliento.

Y el día que te toque a ti, alguien sostendrá tu mano y te mirará igualmente con la mirada de la gratitud y del amor.

Es verdad que no podemos evitar marcharnos, pero tal vez, tenemos una posibilidad de decidir cómo la mayor parte de las ocasiones, ¿no crees?

 

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