Vivir sin condiciones

31 Ene

 

 

Hoy ha sido sin duda un gran dia

Un dia de despedidas, de decir adiós a una parte del camino para poder abrazar otro, con plenitud y confianza.

Y como por “casualidad” de esas que no existen, mis pasos me han llevado hasta una sala donde daban una conferencia de tema improvisado.

Y resulta que el tema ha sido caer en la cuenta de que nos pasamos la vida entera intentando que nos sucedan las cosas que nosotros queremos, lo que pensamos que es lo bueno o lo correcto para nosotros y la mayor parte de ellas nunca suceden o tal vez suceden al revés.

Y entonces ha surgido la gran pregunta, ¿qué condiciones le pones a la vida?

Nos pasamos la vida poniendo condiciones a la propia vida, sin saber que solo podemos fluir si vivimos sin condiciones, confiando plenamente en que lo que sucede es la única cosa que podía suceder y ya es perfecta por si misma.

Amamos con condiciones, trabajamos con condiciones, proyectamos una felicidad que nunca termina de llegar porque hay demasiadas condiciones para poder ser felices.

Y nos pasamos demasiado tiempo con ese….cuando tenga esto, cuando logre lo otro, cuando alguien me quiera, cuando esto cambie….entonces seré feliz.

Y nos volvemos esclavos de nuestras condiciones.

Hace tiempo lei una gran frase: “sin expectativas soy libre”

Dejarse llevar por la magia de la vida, vivir y sentir lo que trae cada instante, lo bueno y lo menos bueno y reconocer que mi vida es ahora, en total rendición, que todo es perfecto, que lo que me sucede aunque no lo entienda es lo mejor para mí.

Construir desde la quietud y el desapego a los resultados.

Si tu haces tu parte, el Universo hace el resto.

Y si no llega lo que esperabas confiar que es porque algo infinitamente mejor va a llegar, mecerte y dejarte llevar por la sabiduría de la vida y por la certeza de que cada nuevo dia vamos construyendo camino.

Y disfrutar de cada paso, con independencia de los resultados pues siempre son perfectos si me rindo a la vida sin condiciones.

Y tú?¿ Que condiciones le pones a la vida?

 

La gratitud y el amor en mi 2016

30 Dic

 

El año 2016 toca a su fin y toca hacer balance, despedir y dar la bienvenida.

Porque todos los finales son a la vez principios en esta danza de la vida, esta danza en espiral donde las cosas se contraen para volver a expandirse y volver a contraerse una y otra vez, solo que no vuelves al mismo punto porque el movimiento no es un círculo cerrado sino una espiral, si tú quieres, claro…si haces tú parte…si te permites soltar en contracción y abrirte en expansión.

Si no haces tú parte la vida es circular y los bucles eternos, pero esa es otra historia.

La historia de hoy trata de 2016, un año de mucha energía, un año que no ha perdonado a los que pretendían mantenerse en su zona de confort, porque esa zona no ha existido, y nos ha sacudido, removido los cimientos, nos ha vapuleado, nos ha puesto la vida patas arriba para luego muy despacito permitirnos ir recomponiendo el puzzle.

Y yo miro atrás y solo tengo gratitud, porque en este año he encontrado la valentía para atravesar la oscuridad, para matar mis dragones pero a la vez amarlos mientras hundía mi espada en su vientre.

Y he aceptado que también son parte de mí, que siempre vienen a cantarme una canción al oído cuya letra no acabo de aprenderme, y que cuando me la aprendo se marchan.

Bendito miedo, bendita tristeza, bendigo todo lo que en este año me salió mal, todas las veces que me sentí sin fuerzas para seguir cumpliendo mi sueño, bendigo a todas las personas que salieron de mi vida, que en algún momento sentí que me fallaban porque sólo me mostraban que la que me había fallado era yo, al poner en ellos expectativas que sólo yo puedo cumplir.

Bendigo cada sueño roto, y lo abrazo, porque solo así puedo transformarlo en algo nuevo, en gasolina para seguir avanzando.

Este ha sido un año de grandes aprendizajes, de crecer, de seguir siendo fiel a mí misma, a lo que quiero para mí, aunque a veces nadie lo entienda, si lo entiendo yo, que importa el resto del mundo.

Un año de ser fiel a lo que quiero compartir con el mundo, aunque el camino sea más largo que si tomara atajos.

Pero yo sé bien que los atajos no existen.

Un año de mirar dentro, de recordar mi promesa,  pues las promesas que nos hacemos a nosotros mismos son sagradas.

Y un año de amor, de infinito amor, me siento bendecida por cada persona que me ha regalado un instante de su tiempo, con la que he compartido momentos, abrazos, su calor,  aunque algunos no vinieran para quedarse.

Este año me ha traído una y otra vez personas y lugares que me recordaban un pasado, un tiempo al que no quiero regresar y ha sido hermoso ver como he podido marcar mis límites y decir no, cuando debía decirlo.

Y también un año de infinita luz y magia, de tantos y tantos regalos, sonrisas, momentos de conexiones inesperadas, sincronías, rituales, baile, risas, aprendizajes, amistad, familia, amor, amor y más amor del bueno…..del que calienta en las noches de invierno.

En resumen ha sido un año lleno de vida, porque la vida es justo eso, una experiencia nueva con cada amanecer, porque cada día es el día, disfrutando de todo, de lo bueno y de lo menos bueno.

Porque todo suma.

Al 2017 solo le pido más vida para vivirla y compartirla y seguir haciendo camino con el corazón lleno de amor y gratitud.

Y os deseo lo mismo, que la vida os regale cada día, nuevas oportunidades de cumplir sueños, de aprender, de dejar marchar, de dejar llegar y que no dejéis de ver y de sentir el amor que lo envuelve todo a cada instante.

Nos vemos pronto,

Os quiero

Sandra

La alegria de vivir

7 Nov

la alegria de vivir

¿Donde se quedó la alegría de vivir?

Yo no sé en que bolsillo se quedó escondida nuestra alegría de vivir,  cuándo se nos olvidó que vinimos para ser felices…..

Cuándo nos perdimos en el camino….

Comenzamos el viaje con esa sonrisa y esa curiosidad por descubrirlo todo y por comernos el mundo.

Esa alegría del alma expandida de cuando éramos niños, puros, inocentes y a la vez más sabios y completos que nunca.

Era ese el tiempo en que  teníamos la certeza de que la magia existía, donde todo era posible, nada estaba mal ni bien, simplemente era, en presente perfecto.

Pero se nos fue olvidando, porque nos fueron recortando las alas, nos fueron contando que la vida es sufrimiento, esfuerzo, que cada paso cuesta, que hay que sacrificar lo que uno quiere, que hay que vender el alma para poder tener cosas, renunciar a nuestra esencia, a nuestra libertad, para poder ser feliz.

Y de pronto cuando consigues esas cosas, en realidad no eres más feliz, y cuando las pierdes te das cuenta de que aun eres más infeliz si cabe, ¿y entonces dónde está la felicidad?

Te das cuenta de que solo hay vacío y tristeza en ti y a tu alrededor y con suerte , si atiendes a las señales, emprendes otro viaje, el verdadero camino hacia la libertad, hacia tu verdadera naturaleza.

Con menos suerte te quedas atrapado en un contorno desdibujado de lo que se supone que eres, pero ya no te reconoces, porque ya solo hay dolor.

Y te vuelves aún más esclavo de las situaciones, de las circunstancias….de los otros, y les culpas a todos, por todo.

Pero el verdadero camino es hacia el interior, el camino de descubrir que en tu corazón hay tanta alegría y tanto amor guardado que si lo dejas salir todo es posible.

Pero hay que correr el riesgo de saltar al vacío, de confiar, de que no te importe no tener red, porque solo así descubres que las supuestas redes anteriores estaban tejidas de mentiras, de sueños rotos, porque no eran tus sueños, no eran sueños surgidos de tu interior, sino solo espejismos.

Y tal vez, te atrevas a mirar dentro y a conectar con ese niño interior que te lleva esperando toda la vida, ahí quieto, sonriendo tranquilo, porque sabe que cuando le descubras volverás a jugar en esos lugares llenos de magia.

De esa magia que es la vida si te permites caminar y atravesar los días de lluvia hasta ver el arco iris de nuevo.

Ojalá te permitas que la luz del nuevo amanecer te sorprenda bailando y disfrutando, con ese niño de ojos grandes y mirada curiosa que siempre estuvo dentro de ti, que es tu esencia, tu alma, tu verdadero yo.

Donde todo está bien y la alegría de vivir te envolverá para siempre, en presente perfecto, sin lucha, sin miedo, solo envuelto en el amor hacia ti mismo que te negaste por tanto tiempo.

¿Vuelves a casa?, ya es el tiempo, ¿no crees?