Las emociones son tesoros, porque todas ellas, hasta las que no nos resulta agradables de experimentar, tienen un mensaje para nosotros y si somos capaces de descifrar que nos están intentando contar tendremos una información valiosísima con la que contar para seguir avanzando en nuestro camino.
Otras veces simplemente las emociones son unos termostatos de nuestro cuerpo que cuando se pasa de “temperatura emocional” o intensidad necesitan liberarse para regula el organismo y recuperar el equilibrio.
Otras veces las emociones son de poder y nos mueven a la acción, a lograr objetivos a proponernos metas y son lo que nos impulsa a seguir adelante, a avanzar y a crecer y darnos cuenta de la dirección que debemos tomar.
¿Y si aprendieses a gestionar las emociones de una manera inteligente, de una manera que fuera beneficiosa para ti?
¿Y si a partir de ahora, las emociones se convierten en unos de tus mejores aliados para conseguir lo que te propongas y para liberar y soltar lo que ya no te hace falta?