Despedirse es de valientes

27 Feb

Asi es, despedirse, decir adiós, es un acto de valentia.
Hay adioses elegidos en los que uno decide despedirse de algo, cerrar una puerta, pasar pagina, desvincularse de una relación de pareja, de una amistad, un proyecto.
Aunque sea elegido no está exento de dolor, porque es igualmente una pérdida, algo que amamos, que hicimos parte de nosotros, que soñamos y debemos alejar.
Y duele ser el verdugo, el que pone el punto final, el que sentencia de muerte lo que deja.
Hay otros adioses que vienen impuestos….algunos inesperados, sin previo aviso, otros ponen punto final a una larga agonía…de algo que lentamente veíamos marchitarse.
Ninguno exento de dolor, de desgarrarnos, de querer extender la mano para poder aferrarse a lo que ya no está.
Hay que ser valiente para dejarse marchar, para dejar que te dejen, para marcharte, para no mirar atrás.
El mayor acto de amor es justo ese.
Dejar que te dejen y despedirte con valentia y con amor.
Elegir dejar a otro y despedirle con valentia y con amor.
Y conectar con ese dolor, con el sabor agridulce de todo lo que podía haber sido y nunca será.

Y conectar con todo ese amor y ese sabor agridulce de lo que sí fue , de la belleza de lo compartido y lo vivido que nunca se borrará.

Que todos tus finales sean grandes finales, llenos de valentía y amor.

Que seas valiente para amarte lo suficiente como para decir adiós cuando toque y aceptar el adiós de los demás cuando te llegue.

Decir adiós con amor, aceptar el adiós con amor, para seguir siendo amor en movimiento.

El amor nunca muere, solo se transforma y lo transforma todo a su paso.

Que tus adioses estén llenos de amor y te transformen.

 

No te aferres: Suelta y liberaté

18 May

no te aferres-superar el duelo

No te aferres a nada, cuando algo termina, termina.

Esta es una de las cuatro leyes de la espiritualidad

Estas cuatro leyes son las siguientes:

“La persona que llega, es la persona correcta”

¨Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”

“En cualquier momento que comience es el momento correcto”

“Cuando algo termina, termina”

Las tres primeras son más fáciles de llevar, que la cuarta ¿verdad?

De esa justo quiero hablarte hoy.

No te aferres a nada ni a nadie, cuando nos negamos a soltar lo que ya no está, lo que se ha marchado, nos negamos a nosotros mismos, estamos colapsando y deteniendo nuestra propia vida.

No carguemos con mochilas que no nos corresponden.

Si alguien nos deja, elige dejarle también, agradece lo vivido, lo aprendido y dejalé marchar.

No le retengas, no te retengas.

No te pares, continúa hacia adelante.

No le demos a nadie el poder de paralizar nuestra vida, en nombre de un amor que no es tal, porque el verdadero amor te hace libre, no te ata, te permite desplegar las alas, ser tú mismo, no ser lo que los demás esperan de ti.

No te aferres, suelta, libera, agradece, y vuelve a comenzar…sabiendo que todos los finales son a la vez principios…..deja espacio para que lo nuevo llegue.

Te propongo un ejercicio sencillo con el elemento aire.

Concéntrate en la respiración y cuando te sientas relajado, exhala con fuerza con la intención de alejar de ti lo que ya no suma, sopla fuerte, que el viento se lleve todo lo que ya no necesitas.

Barre con tu aliento todo lo que ya no vale y envía con tu soplido lejos lo que ya no tiene que estar.

Pueden venirte palabras, personas, realiza esto cuantas veces necesites

Después inhala fuerte , con la intención de recuperar lo que habías perdido, energía, autoestima, amor hacia ti…..poder…

Y por último inhala visualizando que te llenas de luz y gratitud y expande al exhalar esa luz a todas las personas, situaciones, relaciones que has despedido.

Envuelve todo en amor,luz y gratitud.

Es un ejercicio sencillo pero muy efectivo, para liberarnos.

Ya sabes que dejar marchar es dejar llegar

Feliz vida!

¿Te descuentas?

3 May

 

descuento

Este no es un post de rebajas,

Bueno tal vez un poco sí….porque en ocasiones nosotros mismos nos ponemos en rebajas permanentes.

El otro día hablábamos de que el amor de tu vida tienes que ser tú, porque si no, vamos apañados.

Ya sé que cuesta mucho ponernos en primer lugar a nosotros mismos, cuando todos los demás parece que nos necesitan, que sin nosotros no van a ser capaces de sobrevivir…hasta que de pronto un dia….zas!!! ¡resulta que sobreviven!

¿A qué os ha pasado eso muchas veces?

Son muchos años los que llevamos a cuestas con esa coletilla de que si uno piensa en uno mismo, es egoísta.

Y de acuerdo a eso, vivimos en permanente descuento de nosotros mismos.

Cuesta dar la vuelta a la tortilla y emprender ese viaje hacia el interior, el de conocernos a nosotros mismos, soltar todo ese equipaje que nos sobra.

Entender que sólo una vez que nosotros estamos fuertes y bien, poder salir al mundo a ofrecerle lo mejor que tenemos, nuestro auténtico yo y cargar con el equipaje que podamos sostener y nos corresponda.

Eso es justo lo contrario de ser egoísta, es trabajar en uno mismo para poder establecer relaciones y vínculos sanos y poder prestar verdadera ayuda si nos necesitan.

Amarnos a nosotros mismos, querernos bien para que luego pueda venir todo lo demás.

Mientras tanto estamos dando a medias, como podemos, esperando siempre que alguien se fije y valore que estamos dando a veces lo que no tenemos.

Nos diluimos, nos fusionamos, nos desdibujamos en los demás….y el precio del descuento, somos nosotros mismos y también los demás…porque desde ese yo difuso no les ayudamos en nada, no creeis?

Aquí os dejo con esta foto…….interesante..¿verdad?

 

tedescuentas